jueves, 19 de marzo de 2015

¿Por qué no te callas?. Versión española

El ser humano desea ser inmortal, lo único que cambia es la manera en que pretende serlo. Los faraones levantaban majestuosos enterramientos, los griegos y los romanos mandaban retratar su persona en escultura, en pintura, incluso en mosaicos en el caso de los romanos.
De las líneas precedentes a esta, se puede deducir que el afán de por parte de los hombres de buscar la inmortalidad no ha cambiado, y que únicamente ha cambiado la forma de buscar esta inmortalidad. Ya no nos importa formar parte de las páginas de la historia porque ¿A quién le importa la historia y la cultura? En un mundo en el que la lectura de las páginas de los libros se encuentra superada por la lectura de los titulares de los periódicos deportivos ¿Quién va a acordarse de uno cuando se encuentre bajo tierra y sea pasto de los gusanos?
Eso es lo que debe de pensar el ex presidente de España José Luis Rodríguez Zapatero (Valladolid, 1960) que, como de todos es bien sabido, la creencia en la religión no es uno de sus puntos fuertes. Aunque eso no debe de importarle en demasía, porque no hay que olvidar que en el año 2012 anunció que publicaría dos libros de economía (materia de la que no tiene ni siquiera una ligera noción) pesar de haber dejado a España, a nuestro país, en la ruina.
Debe ser que es incapaz de reprimir sus ansias de adivino ya que en Septiembre de 2005 dijo “Se puede constatar el fracaso del proyecto político de Merkel”, cuando sabemos que, al poco tiempo, Merkel fue elegida como la canciller alemana y ahora, es la que lleva las riendas en Europa, aunque con gran disgusto del primer ministro de Grecia Alexis Tsipras.
José Luis Rodríguez Zapatero no es amigo de cumplir las promesas. Eso ya ha quedado suficientemente claro. Tampoco debe de ser un gran amigo de dar la cara, ya que, cuando debía de dar la cara que fue en su etapa de presidente, se escondía muy bien, por lo menos en sus últimos días en lo que extrañamente se colocaba delante de las cámaras para asumir la responsabilidad que, como presidente del gobierno, tenía.
Lo que sí debía de tener era una gran autoestima, ya que afirmó estar orgulloso con la manera en la que había dirigido España. Algo en lo que no sé si estarían de acuerdo los españoles, dato que se reflejó en las elecciones del año 2011 a Mariano Rajoy Brey (Santiago de Compostela, 1955) ya que el Partido Popular obtuvo la victoria en las urnas, después de recibir más de 10,7 millones de votos, logando, de esta manera, 186 escaños[1]. Esto hace suponer el grado de satisfacción que tenían los españoles por la gestión realizada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero durante sus dos legislaturas, que estuvieron comprendidas entre los años 2008 hasta el 2011.
Sin la intención de detenerme demasiado, me gustaría poner como ejemplo algo parecido que ocurre en la película de El Juez.
En la película de El Juez, dirigida por David Dobkin en 2014 cuyos protagonistas son  Robert Downey Jr. y Robert Duvall nos muestra a un juez (Robert Duvall) enfermo de alzheimer cuya obsesión es la de pasar a la historia de manera honorable, a pesar de que se le va a procesar por un juicio de un asesinato.
Pero parece ser que José Luis Rodríguez Zapatero no se ha dado o no ha querido darse cuenta de que su legado (si es por eso por lo que va a Iberoamérica) ya se ha hecho. José Luis Rodríguez Zapatero ya tuvo su oportunidad y lo hizo lo mejor que puedo o, lo que sería más grave, lo mejor que quiso.
La historia nos ha dejado más casos de expresidentes de gobierno como, por ejemplo José María Aznar López.
Quien fuera el anterior presidente de gobierno José María Aznar López escribió en la página 10 del prólogo de Memorias, primer libro en el que se narran sus experiencias como presidente del gobierno, que nunca ostentará un cargo mejor que como presidente de gobierno.
Seguramente, José María Aznar, esté en lo cierto, y que tanto él como José Luís Rodríguez Zapatero hayan llegado ya a la cúspide en lo que a trayectoria profesional se refiere. Aunque en el caso del expresidente de gobierno madrileño demuestra que sabe mantenerse en su sitio ocupándose  de impar clases o escribir libros y no en “hacer relaciones” comprometiendo de esta forma, la política exterior del país que lo invistió presidente. José Luís Rodríguez Zapatero es incapaz de mantenerse al margen. Otro claro ejemplo de su ineptitud.
A lo mejor, aprovechando los aires de renovación de la monarquía, Felipe VI podría decir a este ex presidente las mismas palabras que su padre dirigió al ya fallecido presidente de Venezuela en la cumbre iberoamericana de noviembre del 2007: “¿Por qué no te callas?”.








[1] Datos reflejados en wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Mariano_Rajoy

miércoles, 18 de marzo de 2015

La otra batalla del fútbol

                           
Todos los clubes de fútbol deberían de tener señalado en rojo estos días en su calendario. Bueno, tal vez no todos, únicamente el Real Madrid y el Barsa, que son los clubes que, tradicionalmente, están siempre a la gresca.
Este año, el Barsa (el probable ganador de la Copa) le ha faltado tiempo para proponer a la Federación que el estadio en el que se juegue esa final sea en el feudo de los merengues. Tal vez, la razón de que lo proponga sea para sacarse aquella espina que tiene de no haber ganado la Copa del Rey en el año 2014 en Mestalla, aunque tal vez, la razón sea el haber perdido 3-1 el clásico de la ida de la liga 2014-2015. Que cada uno piense lo que quiera.
La Federación Española de Fútbol tampoco se debería de verse libre de culpa. Podrían proponer una práctica que ya se implantó en la Copa de Europa, que es la de elegir un estadio de fútbol para la final. Pero parece que las continuas peleas entre los ultras de los diferentes clubes carecen de importancia. Que la muerte del hincha del Riazor Blues a manos de los ultras del Atlético de Madrid ya se ha olvidado. Tampoco parece haber hecho mella en el corazón de la Federación Española de Fútbol (si es que tiene corazón) la muerte de este hombre. Como suele pasar en estos casos, se habla y critica mucho en el momento del hecho, pero cuando surge una nueva oportunidad de arreglar lo que fue condenado por la directiva del fútbol y los clubes no se aprovecha. Pero luego nos sorprendemos.
Tal vez la Federación Española Fútbol debería de tomar una determinación que aunque pueda parecer obvia: determinar un estadio para la final de la Copa del Rey antes de que esta competición dé comienzo. Parece mentira que aquellas personas que dicen saber tanto de fútbol por su cargo no hayan caído en la cuenta de que la Champions League, que es la competición europea más importante, ya hayan encontrado una solución para este problema tan espinoso, que es la de seleccionar un estadio para la final de la competición independientemente de quienes sean los finalistas. 
Aunque defienda el real Madrid, no se me a de la cabeza que el Barsa vivió la misma situación en el año 2013, cuando el Real Madrid, dijo que quería jugar en el feudo culé la final de la Copa del Rey. Final que ganó el Atlético de Madrid en el Santiago Bernabéu y, aunque, no coincida con el presidente del Atlético de Madrid en muchos puntos de vista, debo de reconocer que, a pesar de la derrota del Real Madrid, propuso algo muy razonable, que era la de no desplazarse si no era necesario. 
En este caso es absolutamente necesario un desplazamiento, ya que los contendientes no son de la misma comunidad autónoma (o del mismo país, porque tal y como están las circunstancias...), pero el hecho de que tengan que desplazarse hasta Madrid para jugar la final de la Copa del Rey, no pude verse sino como una verdadera provocación, más teniendo en cuenta de que cuando juegan entre sí la liga, se desplazan. Comprendo que los clubes aleguen la necesidad de buscar un campo neutral, pero en la final del 2013, cuyos contendientes fueron el Real Madrid y el Atlético de Madrid, a nadie pareció importarle la neutralidad del campo y acabó por jugarse en el campo del Real Madrid. ¿Donde estaba por aquel entonces, lo que ahora se considera tan importante?.
Realmente, el estadio que resulte elegido para convertirse en la sede de la final de la Copa del Rey 2015 no sea tan importante (al fin y al cabo es un deporte) sí que es importante el odio que surja a posteriori entre los clubes, pero aún más importante son las vidas y la seguridad de las personas que únicamente acudan a animar a su equipo con la intención de pasar un buen rato con sus familias y amigos. Ojalá que estas líneas sirvan de reflexión a aquellas personas que vivan el fútbol o, por alguien que pueda influir en la decisión de  elegir el estadio. Como dijo Marco Tulio Cicerón (106 a.C- 43 a.C): "Gran descanso es estar libre de culpa", pero parece que la culpa y la responsabilidad es un concepto que ya ha pasado de moda.



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